YA ESTAMOS COMPLETOS

La idea de esta entrada empezó cuando vi megamente, en especial los primeros 5 minutos donde se ve su infancia en el colegio, me hubiera gustado colgar el vídeo en el blog, pero al parecer tiene esa opción bloqueada, así que les paso el enlace (http://www.youtube.com/watch?v=vObuF8uye6U). La entrada en si empieza ahora, ahí les va:


Ya estamos completos... escuche esa frase mil veces durante la primaria, pero lo peor era que después de decirme eso, entraban 5 niñas mas al juego. Si hablamos de prestar cosas, algunos no me prestaban su TAJADOR, por que se gastaba. Supongo que mi extremada delgadez, mis excelentes calificaciones y el hecho de ser la favorita de los maestros no eran puntos a favor de mi vida social. Y así termine la primaria, sin pena ni gloria como dirían por ahí.

Llegada la adolescencia y por ende la secundaria, muchos ex niños marginados, tenemos la grandiosa idea de que cambiar nuestro comportamiento es la solución a todos los problemas. Así fue como deje de esforzarme en el estudio, pase de tener 17 como nota más baja en la primaria a emocionarme con un 13 en 1º de secundaria. Aunque esta vez por fin tenía con quienes pasar el recreo mis bajas notas hicieron que nadie me escogiera para hacer los trabajos de grupo. Y es que en este colegio, mis compañeros  si estudiaban. Qué decir de los equipos en Educación Física, yo seguía flaca y torpe como nadie, así que siempre era aquella por quien echaban suertes, el que perdía se quedaba conmigo. La verdad, yo prefería escribir que hacer deporte.

4º de secundaria, traumático cambio de colegio. Decidí hacer mejor las cosas, me esforcé más en el estudio y forme con otros el grupo de los marginados felices. Lo curioso era que a pesar de nuestra impopularidad, también teníamos a quienes marginar. Aun así, en Educación Física la situación no cambio pero honestamente no me importaba.

Terminada la secundaria, toco estudiar algo así que estudie cocina por un tiempo. Esa fue una de las mejores épocas de mi vida, pues como el profesor asignaba grupos diferentes en cada clase sin derecho a reclamo, solo nos quedaba trabajar en armonía. Claro, yo siempre con mi cuaderno, escribiendo poesías o canciones entre aderezo y aderezo.

En resumen, durante el 95 % de mi vida fui aquella a quien nadie eligió, quien nunca gano nada, ni supo escoger la mano con el caramelo. La perfecta “CASI”, casi tuve el premio, casi fui popular, casi lo digo.

Hace unos días me presente a una convocatoria de trabajo, éramos 36, estuvimos dando exámenes como 2 horas, luego de eso dijeron que llamarían a quienes pasaran a la segunda fase del proceso de selección. Luego de 3 días me llamaron, para la entrevista personal, esta vez quedábamos 16. Entre en el 1º de dos grupos. Luego de hacernos varias preguntas nos dijeron que esperemos fuera. Entonces, luego de unos minutos, salió una señorita y dijo:

-          -  Solo una persona ha sido seleccionada.

Empecé a dar lentos pasos hacia la salida, porque una perfecta casi, nunca es elegida. Entonces dijo: 

 -  Señorita Victoria pase por favor.

Mientras me decían que recibiría una capacitación de 3 días, para luego dar un examen del cual dependería que me contraten o no, yo veía pasar toda mi infancia y adolescencia frente a mis incrédulos ojos.

Así es como terminé sacando la calificación más alta, consiguiendo el trabajo, y quitándome por fin la etiqueta de la perfecta CASI. No se que pasara mañana, lo único que tengo claro es que esta vez disfrutaré cada cosa que me toque vivir.

Nos vemos en el camino…

Tchau