y la edad encima.
Los hombros cansados,
de cargar rutina.
Escrito tras una breve conversación con un señor algo mayor, que pasó de administrar una empresa a trabajar como empleado en el área de seguridad en un centro comercial. No es que tenga algo en contra de ese trabajo, pero la añoranza de aquellos tiempos hacían muy triste su mirada.
Los hombros cansados,
de cargar rutina.
Escrito tras una breve conversación con un señor algo mayor, que pasó de administrar una empresa a trabajar como empleado en el área de seguridad en un centro comercial. No es que tenga algo en contra de ese trabajo, pero la añoranza de aquellos tiempos hacían muy triste su mirada.
2 comentarios:
me pase varios minutos tratando de pensar algo realmente bueno sobre esta entrada1pero no puedo..me dejaste sin palabras...muy lindo!!!
una vez me paso una historia parecida!
q andes lindo..
Gracias Ale, hace mucho no pasabas por aquí. Me alegra que te haya gustado "Pies frustrados". Aquel señor es un nuevo compañero de trabajo. Claro yo no estoy en el área de seguridad sino en el de ventas.
Nos vemos en el camino.
Tchau
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