domingo, 19 de noviembre de 2017

CAJAMARCA DÍA #207 (Cocinando con Vicko)

Lo sé, dije que volvería al día siguiente, pero mi nuevo trabajo de cocinera vegetariana me ha resultado tan fascinante que ha tenido toda mi atención últimamente. Pensar que busqué excusas para no aceptarlo. A fin de cuentas cuando escribí mi último post no sabía ni preparar una sopa.
Si, digo "no sabía", tiempo pasado. Pero déjenme que les cuente cómo empezó todo.

Estuve sin trabajo más de un mes, buscando por todos lados alguno con un pago justo. No debería resultar tan difícil pero lo es. Digo, si la ley dice que me pagues al mes 850 soles (260 dólares) por trabajar 8 horas diarias, no me pidas trabajar 12 horas al día por 900 soles (276 dólares). Pero así son las cosas por aquí y parece que todos están acostumbrados.

Después de mes y medio, pidiendo a Dios que me ayude a encontrar trabajo y saliendo casi todos los días a buscarlo empezaba a rendirme. ¿Sería tiempo de volver a casa? ¿Había fracasado? Decidí hacer un último intento. Oré nuevamente por un trabajo, pero esta vez fui bastante específica. Necesitaba ayuda para encontrar un trabajo de pocas horas, con pago justo, que me diera para pagar mi alquiler, mi línea telefónica y para comer sano y abundante. Y que si fuera posible, me trataran bien porque no soy muy buena bajo presión.

Fue así como al día siguiente, conversando con la tía de unas amigas, que siempre ha sido muy amable conmigo, salió el tema del trabajo. Le dije que si sabía de algo, por favor me avisará. Entonces pasó esto:

Ella: pues nosotros necesitamos una cocinera. Te puedo pagar 200 soles, no sé si te conviene.

Yo: gracias, pero no se cocinar.

Ella: no hay problema, aprendes.

Yo: ¿segura?

Ella: claro! Pero vives sola, ¿no te sabes cocinar? Además yo he visto que preparas algunas cosas para vender.

Yo: se preparar algunas pocas comidas, pero son vegetarianas. Nos es algo que le guste a la mayoría. Y lo que vendo son mermeladas y postres que si son ricos pero también fáciles.

Ella: nosotros también comemos vegetariano! Y pollo o pescado 3 o 4 veces al mes como máximo.

Yo: ehhh (no podré, debo escapar de esto)

Ella: tendrías que ir en la mañana a preparar el almuerzo y por la tarde la cena.

Yo: uy! En las tardes no podré.

Ella: mmm... No hay problema, puedes preparar ambas cosas en la mañana. Si eres rápida te tomará 2 horas.

Yo: si... Podría ser. ¿Y que desearían que les prepare?

Ella: pues ve tu lo que quieres comer y lo preparas. Se que el sueldo no es mucho pero ya no gastarías en comida y en fruta tampoco, porque puedes llevar de la que hay en la casa. Además los meses en que el negocio vaya mejor, te daré algo más que lo acordado. Si un día quieres preparar algún postre saludable solo me dices para darte dinero, así preparas para ti y para nosotros. Piénsalo y me avisas mañana.

Yo: si claro, lo pensaré.

¿Recuerdan lo que pedí? Un trabajo de pocas horas (2 horas diario si aprendía a cocinar rápido), pago justo (200 soles), buen trato (prepara lo que quieras comer, lleva toda la fruta que desees), que me de para pagar mi alquiler (90 soles), mi línea telefónica (30 soles) y para comer sano y abundante (200 soles que ya no gastaría). Pues estaba ahí, frente a mis ojos. Sabía que no podía negarme, pero ¿como iba a trabajar en algo de lo que no tenía idea?

En fin, acepté, aterrada pero dispuesta a esforzarme. Me pase un día entero viendo recetas en Youtube y Google, buscando tips sobre comida vegetariana y anotando todo lo que pudiera resultar útil.

Las dos primeras semanas he demorado 4 horas. Ahora ya logré hacer todo en 2. Por otro lado, me he descubierto disfrutando cocinar. Amo la libertad creativa que me dan. Aquí las únicas 2 fotos que he podido tomar a mi comida:


Frijoles refritos (plato mexicano) versión vegana, sopa de quinoa (en la taza porque aún no tengo platos hondos), jugo de piña y frutas.


Aloo gobi matar (plato hindú que curiosamente sabe igual al Cau cau peruano)

A mis jefes les ha gustado mi comida y solo dos veces en este tiempo me dijeron que quedó feo, lo cual me alegró porque significaba que cuando dijeron que estaba rico eran sinceros. Cuando llego a su casa ellos ya salieron, pero suelen dejarme desayuno. Los días que mi jefa está ahí me prepara algún jugo o extracto mientras cocino. Y en mi día libre me pagan para que vaya a comer al restaurante y no tenga que cocinar. Como si no bastará, estos días me dijeron que si quería otras frutas compre con el dinero que me dan y lleve a mi casa. También que cuando me ataque la migraña me tomé el día, con almuerzo y cena pagados y que esa falta no afectaría mi día libre.
Además me pidieron como favor, que cuando tenga algún tiempo libre lleve a su pequeña al cine, que ellos pagan la entrada y la canchita (popcorn), tomando en cuenta que hay divertidas películas infantiles y que mis jefes son tan geniales conmigo, definitivamente lo haré.

Así ha estado mi vida este mes. Descubriendo nuevas habilidades en un trabajo maravilloso, que me da mucho tiempo para mantenerme ocupada en otras cosas que también me importan. Mis ataques de pánico han disminuido y me siento en calma y feliz. No sé hasta cuando me necesiten en ese trabajo, pero planeo disfrutarlo mientras dure.

Eso es todo por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si quieres adrenalina en tu vida pero no hay presupuesto para deportes de aventura, siempre puedes ofrecerte a realizar trabajos de los que no tienes idea mientras googleas y buscas tutoriales en Youtube.



lunes, 23 de octubre de 2017

CAJAMARCA DÍA # 180

11:13 PM

Han pasado casi dos meses desde la última vez que registre algo en este no diario. En este tiempo perdí el trabajo de limpieza en el edificio, fui a casa dos semanas, me deprimí por unos días y la venta de mermeladas se estancó. Busqué el origen de esa aparente regresión a mis inestabilidades emocionales que hace 7 años no causaban mayor estrago y lo encontré en el paulatino aislamiento al que mis múltiples y gratificantes ocupaciones me han estado llevando. Tras varios días de caminata dando vueltas por la ciudad, entendí que para no volver a ser aquella versión oscura de mi misma, debía desempolvar mi lado mas social.
Le escribí a mis padres sobre aquel momento de revelación, resultó que habían notado el problema hace un tiempo, pero estaban esperando y rogando que yo misma me diera cuenta del asunto. Creer que descubres algo y enterarte de que ya ha sido descubierto, en ocasiones como esta resulta ser la confirmación y el empuje que hacen falta.
Es así como salí con un grupo de amigos, invité a una nueva amiga a casa, y fui a cumplir con algunas de esas vanas promesas de: cualquier rato te visito. Mis descubrimientos sobre la vida social en estas tres semanas han sido:
  1. Que las conversaciones más variadas e interesantes pueden ocurrir en un comedor, entre 3 personas que comparten una mesa y disfrutan de un enorme plato de frutas con helado y yogurt griego.
  2. Que hay personas del campo de más de setenta años, con segundo de primaria a penas, llenos de historias fascinantes.
  3. Que no siempre socializar se trata de diversión y alegría. En ocasiones toca quedarse en silencio sosteniendo una mano, mientras escuchas las penas y el llanto de alguien que ve en ti a un ser confiable.
  4. Que hay días en que cuidaras de la fragilidad ajena y otros en que debes, con total certeza aceptar tu fragilidad y permitir que otro te cuide.

Así es como se han dado las cosas en este tiempo de ausencia, desempleo y caos. Pero tranquilos, he conseguido un nuevo trabajo y mañana es mi primer día. Creo que el estrés que me causan las cosas nuevas es el que me ha devuelto a ustedes. Y es que he aceptado cocinar para una familia vegetariana, lo que es genial porque amo ese estilo de comida, pero lo que no resulta en similar entusiasmo es el hecho de que yo a penas se cocinar. ¿Como llegué a esto? Espero poder contarles mañana.

Eso es todo por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si tienes un ataque de pánico a las 11: 13 pm escribir no hará que se te pase, pero puede que al menos escribas algo interesante.

00:13 AM

sábado, 2 de septiembre de 2017

CAJAMARCA DÍA #129 (trastorno de ansiedad y ataques de pánico)

Para leer este post, dale play al video. La letra de esta canción encaja perfectamente.




Y volvió a mi vida, en este año lleno de altas y bajas, de días tranquilos y otros complicados, de despedidas silenciosas, de lluvias destructoras y altas temperaturas. Fueron 7 años sin su tóxica compañía. Resultó que cuando se fue, llevó consigo una copia de las llaves. Decidí cambiar la cerradura, y la forzó sin miramientos. Al parecer no puedo evitar que regrese y destruya mi paz por temporadas. El detonante de su regreso fueron las altas temperaturas del fenómeno del niño que nos atacó este año. Lo sé, fue una situación que ponía ansioso a cualquiera, pero lo mío no era tan simple y los demás no sabían como manejarlo. En especial mi mamá, a quien verme en ese estado le causaba mucha angustia y deseaba desesperadamente ayudarme. Sin embargo sus intentos resultaban siempre contraproducentes y me dolía ver la impotencia que reflejaba su rostro. Es por eso que le escribí este poema. Aunque dirigido a ella, sirve para que cualquiera que me vea así en algún momento sepa como reaccionar.


No hay nada aquí, nada lógico que desate esta angustia.
Esta taquicardia no obedece a problemas cardíacos.
Este llanto nació por decisión propia
Se autogenera, no necesita de mí.

Por eso hace lo que quiere.
Llega y me anuda la garganta,
me va dejando sin aire,
ese poco aire denso que aún no me evade.

Lo estuve resistiendo horas

(no pasa nada, no pasa nada, no cedas, respira)
por días
(levántate, levántate, sonríe, no tiene que pasar hoy)
por semanas
(lo ves, no fue tan difí... Boom!)

Esto es por nada te lo aseguro.

Es un llanto que se autogenera.
Destruye todo y no le hacen falta motivos.
Puedo acabar con él si te vas,
si me dejas sola para recuperar el aire que me quitó,
si no vienes a intentar cuidarme porque me haces más frágil
y lo vuelves más fuerte, más grande,
si no me preguntas nada, porque seré difícil,
lastimaré si hablo o si me quedo callada y yo odio lastimar. 

Sola y nada más


No temas,
no pienses que volvemos al pasado,
es circunstancial,
es este verano,
es el fenómeno del niño.


Eso es todo por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si tienes algún problema emocional dile a los demás lo que esperas de ellos. No hay forma de que te lean la mente. A menos que estés con el profesor X (Charles Xavier), él si podría.

jueves, 10 de agosto de 2017

CAJAMARCA DÍA #106 (esta tarde vi llover)

Atrapada en mi cuarto por la lluvia repentina de esta tarde, recordé algo que escribí poco después de mudarme y que olvidé compartir con ustedes. Aquí se los dejo con fondo musical incluido.





Dijeron que debía encontrarme a mí misma, así que empecé a viajar. Aunque a veces pienso que debí irme directo a las nubes.
El caso es que no se como funciona para otros, pero yo salgo a encontrarme todos los días y los resultados son diversos.
Hoy por ejemplo me he encontrado dos veces.
Hace un rato, dentro de cinco minutos de lluvia y caminando por el barro.
Luego, escuchando un ukelele y con los rayos de sol colándose hacía mi cama, abrigando mi pereza.
Mañana quién sabe.

Eso es todo por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si estás pensando salir a encontrarte un paraguas nunca está de más.

miércoles, 9 de agosto de 2017

CAJAMARCA DÍA #105 (la casa de los pinceles)



La primera vez que vi aquella casa fue un viernes por la mañana. Aunque idéntica a las anteriores, algo en ella hizo que caminara más lento para observarla. Y la ausencia de cortinas no me ayudaba mucho a resistir la tentación. Claro que estaba lista para acelerar el paso si corría el peligro de ser descubierta. 
En aquellos pocos segundos, vi una guitarra, un estante con libros y... un tocadiscos? Funcionara o no, las personas con tocadiscos están en peligro de extinción. Quería regresar y asegurarme de haber visto bien, pero mi indiscreción tiene límites. 
Seguí caminando, y cuando ya estaba alejándome volví mis ojos hacia ella y levanté la mirada hacia el segundo piso. Las ventanas nuevamente me revelaban sin miedo pedacitos de aquel hogar, caballetes y pinceles asomaban haciendo mi intriga aún más grande. ¿Son pintores? ¿son músicos? ¿son ambos? y ¿por que al igual que yo no usan cortinas? ¿También les falta presupuesto?
Así pasaron días y semanas, empezaba a olvidar aquella curiosa casa hasta que vino a visitarme Mayra de 16 años, e hija mayor de una familia que me ha adoptado desde que llegué aquí. Ella, y sus tres hermanas son felices dibujando, pintando, observando puestas de sol desde la azotea, o caminando por el campo. Es esa sensibilidad hacia la belleza, el arte y la naturaleza la que me hace sentir tan a gusto en su compañía a pesar de tener yo 28 años. Fue entonces cuando le conté sobre la casa de los pinceles. ¿Quieres verla? pregunté, y tras un rotundo y sonriente si, nos fuimos. De pronto estábamos ahí, no demasiado cerca esta vez, lo suficiente para mirar de reojo aquel segundo piso y sonreír ante la idea de tener a tan solo unos metros, uno o más seres excepcionales. Sin embargo, las posibilidades de confirmarlo eran tan altas como las de mirar hacia mi ventana justo cuando pase una estrella fugaz.

Así que nuevamente aquella casa se nos fue olvidando. Pasaron días, semanas, incluso una noche ya en la cama, mientras hablaba por teléfono giré hacia mi ventana y vi pasar una estrella fugaz. Fue así hasta la noche del martes 1 de agosto, cuando al revisar las sugerencias en mi Facebook de trabajo con un ojo abierto y el otro cerrado, me topé con un pintor que ofrecía visitas a su taller. Entré a la página, bastó ver un par de fotos para dar uno de los ME GUSTA más certeros de mi vida digital.



Seguí viendo y entonces me detuve en las fotos del taller, no tenía cortinas. ¿Será posible? No lo creo. Minutos después la foto de una sala donde el pintor tenía una guitarra y en el fondo se veía un estante con libros y un tocadiscos me llevó inmediatamente a aquel primer recuerdo. Hice captura de pantalla y emocionada se la envié a Mayra.

La misteriosa casa de los pinceles estaba abierta para nosotras con tan solo una cita. Mayra se encargó de hacer el contacto. A pesar de todo aún tenía dudas, pero al buscar la ubicación del lugar el resultado fue contundente, menos de 5 minutos a pie según Google maps. Cita confirmada para el día lunes a partir de las 5:00 PM.

El día llegó, la emoción de Mayra superaba la mía que ya era bastante. Era de esperarse, la pintora es ella. De pie ante la puerta nos miramos sin poder procesar aún lo que estaba ocurriendo.

Nos abrió Sofía y sus grandes ojos verdes, los cuales luego vi en más de una de las obras del artista.


Subimos, si, subimos al segundo piso. Se abrió aquella puerta y el destello de colores me envolvió en un estado de realismo mágico.

El caballete y los misteriosos pinceles!




Me encanta!




Uno de los que más me gustó.

Hermosa representación de Ima Sumac.



Posavasos, idea de Sofía.

Bocetos



Joan Alfaro el pintor y Sofía, eran junto a sus pequeños (solo conocimos a uno) los excepcionales habitantes de aquella casita. Creo que percibieron nuestra honesta admiración hacia el trabajo que se realizaba ahí, que hasta nos hicieron un recorrido por el primer piso, por aquella sala sin cortinas dónde un estante con libros y un tocadiscos me hicieron un guiño que yo les devolví con una sonrisa por las imposibilidades que en ocasiones se hacen posibles y palpables. 

;)

La ventana indiscreta.
Joan y Mayra, si, tiene 16.
Eso es todo por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si tu casa no tiene cortinas no me culpes por mirarla.

Las obras originales de Joan Alfaro se encuentran en Lima.
Informes:

Página Web: www.joanalfaro.pe

Contacto TallerJoanAlfaro: 991075192

domingo, 6 de agosto de 2017

CAJAMARCA DIA #102 (flashback)

¿Recuerdan que volví a casa para ahorrar y mudarme este año? Resulta que el fenómeno del niño y sus rabietas dejaron toda mi ciudad inundada y más desastrosa de lo que ya era.




Foto de Violeta Ayasta


Foto de Violeta Ayasta


Foto de Violeta Ayasta


Foto de Violeta Ayasta


Foto de Violeta Ayasta

Eso, sumado al calor extremo que hizo detonar mis ya olvidados ataques de pánico, la imposibilidad de trabajar en esa situación y ciertos gastos inesperados, me dejaron con apenas S/. 150.00 y el optimismo por los suelos. Así que agarré todos mis planes, los estrujé hasta que se hicieron un bollito y me disponía a lanzarlos, cuando la voz de mi papá me detuvo.


P: ¿No tenías otros ahorros? ¿Esos que guardas para emergencias? Tal vez sea el momento de usarlos, o ¿es que tus metas y sueños no lo valen?

Yo: pero ¿y si esos ahorros se acaban? ¿Si no me va bien con el trabajo? ¿de donde sacaré dinero si ocurre una emergencia? Además ese dinero está en una cuenta a plazo fijo hasta julio.

P: ¿Por qué te es tan necesario tener ahí ese dinero?

Yo: porque me da seguridad.

P: ¿seguridad? ¿El dinero? Eso nunca ha sido lo que les hemos inculcado a ti y a tu hermano. Estas basando tu confianza en algo tan inestable como el dinero.

YO: …

No había palabras, mi cabeza explotó, era cierto. Estaba siendo incongruente con todo aquello que siempre digo y que aprendí de mis padres. “El dinero solo es el medio, no el fin” es algo que crecí escuchando y compartiendo con otros. Y ahí estaba yo, truncando mis planes, paralizándome por el miedo de convertir mis últimos ahorros en un medio para llevarlos a cabo.

P: Te estas preocupando por cosas que no sabes si ocurrirán. No te ha ido bien, pero si sigues esperando el momento perfecto, ¡olvídalo! Eso no existe, siempre pasará algo. Llevas años planificando esto, si dejas que los miedos te superen nunca harás nada. Confía, Dios siempre nos ha dado lo necesario y de las formas más increíbles, claro, mientras estemos en marcha. Además no estás sola, si necesitas apoyo mientras se cumple el plazo del banco para retirar aquel dinero, te apoyaremos. Por último, si las cosas no resultan te subes a un bus y regresas. No hay excusa para no intentarlo.

¿Que hace uno frente a tal argumento?

Así que el 25 de Abril me mudé. Con una maleta, 3 maletines pequeños, una mochila, un bolso y S/. 150.00 en la billetera. Asustada, pero dispuesta a intentarlo.
Pero dejémoslo ahí por hoy.
Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si no tomaste buenas fotos durante el fenómeno del niño porque no tenías buen celular y te la pasabas entre una crisis de ansiedad y otra, el facebook de tu amiga fotógrafa puede ser tu salvación. Gracias Violeta, aunque aún no te aviso. 😅

lunes, 17 de julio de 2017

CAJAMARCA DÍA #82

Tras un par de meses en los que intenté hacer más de lo que podía y estuve a punto de colapsar, la semana que pasó por fin bajé, al menos un poco, las revoluciones. Me permití nuevamente caminar lento y detenerme cuantas veces un destello de belleza, grande o pequeño, evidente o sutil, se estrellara contra mis ojos y me quitara el aliento.









Acepté la invitación de unos amigos para ir a conocer la laguna San Nicolás cerca a Namora, un pueblito como a 1 hora de Cajamarca.







Comí helados, trucha frita (olvide tomarle foto) y algo que aquí llaman alfajor, aunque sigo buscando el porque.


Helado artesanal de Namora.


Seudo alfajor.


Encontramos en el camino, restos fósiles de la extinta vida marina que alguna vez hubo aquí.



Fuí a mi segunda casa en esta ciudad, la de una familia que me ha adoptado como una hija más y ayudé a preparar cachangas en la cocina de leña. Comimos dulce de chiclayo, una especie de calabaza según me parece por su forma. Y terminamos de ver la ultima temporada de Sherlock Holmes



Cachangas fritas.

Dulce de chiclayo.
También saqué tiempo para visitar a una pareja de italianos que viven no muy lejos de mi casa. Tienen alrededor de 60 años, pero la valentía que se da por sentado como exclusividad de la juventud, para darle a su vida un giro de 180°. Se mudaron hace 6 años a este rinconcito del mundo, tan lejano de su zona de confort. Soltaron (vendieron) todo lo que tenían en su país, en busca de darle un mejor propósito a su vida, regalar a otros su tiempo y el secreto de su felicidad. Ella, antigua amante del shopping en uno de los más oportunos lugares para serlo, entendió un día esa verdad que muchos prefieren evadir. Que pasados ciertos límites cada compra innecesaria, cada preciosa joya, cada prenda, solo servían de relleno para un vacío hambriento que nunca se satisfacía. De él aún no se mucho, pobre hombre compartiendo la cena con dos mujeres que no paran de hablar, en especial yo, lo admito. Pero vaya que se divierte cual niño dándole la contra y haciéndola enojar, para luego sonreírle y desmoronar los intentos de ella por mantenerse seria. Como no disfrutar el simple hecho de observarlos.

Y así más o menos es como va mi vida. Simple, feliz, llena de gente, detalles y momentos que le dan sentido a todo.

Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si sientes un vacío dentro de ti, quizá te haga falta hacer cosas por otros o puede que solo tengas hambre.

jueves, 13 de julio de 2017

CAJAMARCA DIA #78 (flashback)

Enero de 2016, regresé a casa. Al principio me sentía fuera de lugar, era mi hogar es cierto, pero había pasado 2 años fuera de ella. Tenía mis propias manías de ama de casa, mi estilo de cocinar y mi horario para comer lo definía el hambre. Si quería estar sola, por el simple hecho de disfrutar la soledad no había problema, nadie se preocupaba pensando que tal vez me pasaba algo. El volumen nunca era demasiado, pues solo estaban mis oídos. Era mi espacio, y empezaba a conocerme, pero mi economía cambio de golpe. Sin dinero no podría concretar mi plan de mudarme a Cajamarca en abril de 2017. Tenía otros ahorros en una cuenta a plazo fijo que vence en unos días, pero siempre los consideré inexistentes ya que los guardaba para casos extremos, aunque nunca definí bien que podría calificar como tal. Así que necesitaba ahorrar, y tocó volver.
No me malinterpreten, que diga que fue difícil, no significa que fue un mal año. Me descubrí queriendo a mis padres de un modo distinto. Ya no era quererlos porque si, había tenido 2 años para tomar mis propias decisiones y muchas veces me descubría recordando sus consejos, compartiéndolos y admirando aquella sabiduría que no todos los hijos pueden ostentar de sus padres. Llegué a ese feliz momento de saber que aun si no fueran mis padres, los querría de amigos. Así que fue el mejor año que pasé en casa, lástima que no pude disfrutar mucho de mi hermano, se mudó en febrero a descubrir sus propias manías. Obviamente mis padres no son perfectos ni estoy de acuerdo con todo lo que opinan, dicen, hacen o sienten, y de seguro a ellos les pasa igual con nosotros, pero respetamos las individualidades del otro. Ese fue mi regreso a casa, como una adulta que disfruta volver a ser niña cuando mami hace un cake o papi la toma entre sus brazos. Que sigue encontrando la cura al insomnio cuando de madrugada se hace un espacio en medio de ellos y le dicen que todo va a estar bien.

Ese fue el resumen de mi vida desde enero de 2016 hasta el 25 de abril de 2017.

Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si ya vives solo(a) y tienes una bolsa de bolsas, tendrás también una madre orgullosa.

miércoles, 5 de julio de 2017

CAJAMARCA DÍA #70

Empiezo a escribir este post a las 9:52 PM. Tengo un ligero dolor de cabeza ocasionado por mi facilidad para abrumarme y una contractura que empezó en el hombro derecho y ya no tengo muy claro que rumbo intenta tomar.


Cuál es el problema?
Hace poco más de dos semanas, mi gran problema era no lograr muchas ventas. En una nueva ciudad, donde no tengo la cartera de clientes de la ciudad anterior, esas cosas suelen pasar. Ahora las cosas cambiaron. La gente se ha pasado la voz, recomiendan mis mermeladas y mi mantequilla de maní. Algunos clientes me escriben mensajitos de felicitación y agradecimiento por el buen producto y lo admito, me encanta. Eso y el trabajo de limpieza en el edificio me dan justo el dinero que necesitaba para vivir.

Supongo que en este momento seguirán esperando la respuesta a cual es el problema. Lo sé, suelo irme por las ramas, pero ahí les va.

Me está costando demasiado organizarme y no soy de las personas que funcionan mejor bajo presión.
Me levanto temprano a preparar el desayuno, salgo corriendo para llegar casi siempre tarde (odio la impuntualidad ) a todos lados. Regreso al medio día o más, cocino alguna cosa o voy a comprar comida si siento que las fuerzas no me dan. Luego me pongo a preparar mermeladas y si ya las tengo hechas salgo a hacer delivery. Voy y compro más fruta, invierto y re invierto. Compro víveres para algunos días, atiendo a los clientes por las redes mientras camino de un lado a otro. Llego por la noche, muchas veces a picar la fruta que compré y dejarla macerando para prepararla en la siguiente tarde. A eso, se suman esas cosas cotidianas que también toman su tiempo. Lavar ollas y platos, limpiar la habitación, mantener o recuperar su orden, lavar ropa, plancharla y acabar mi día a las 11 o 12 pm.

Es así que hoy a las 8:00 PM, a mitad de una agradable reunión con amigos que nunca está de más en medio del caos, mi mente empezó a recordar toda su lista de pendientes y el casi nada de tiempo libre que quedará. Entonces tuve todas las ganas de no hacer ninguna. Que tal si me hago la loca y me quedo durmiendo todo el día? Que tal si regreso a casa de mis papás? que tal si... 

Entonces acabó la reunión y como siempre, mi rostro reflejaba todos mis debates internos. Fue así, que una nueva amiga mucho mayor que yo, de esas que siempre dicen algo sabio con la facilidad con que uno respira, se acercó y me dijo:

- Tengo un amigo que vive bajo mucha presión, y cuando ya no puede más se pone a pintar, desfoga todo y luego puede volver a empezar. No hay algo que te relaje de la misma manera?

- Escribir!

- Pues escribe, desfoga, reinicia y también visítame. Que a veces hace falta hablar, tomar un te y olvidar todo por un buen rato.

Así que, aquí me tienen. Son las 11: 05 PM, no se si me dará tiempo para picar todas las frutas que debo, o si mañana lograré llegar a tiempo, pero sin duda he disfrutado escribiendo esto. Gracias por darse tiempo de leer está verborrea hasta el final e ignorar la ausencia de fotos.

Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si eres una contractura en el hombro procura quedarte ahí. Que es eso de acaparar la mitad de mi delgado ser?

martes, 27 de junio de 2017

CAJAMARCA DIA #62 (para contar lo que no conté del día #58)



Y la verdad, esa que uno prefiere en ocasiones evitar,
resultó ser como una de esas puertas de cristal tan limpias, tan casi ausentes,
que en mi acostumbrada torpeza me estrellé contra ella.
De no haber sido por el público habría llorado,
pero no tuve más opción que contenerme y reír.
¿Por qué deberían saber, que mi corazón acababa de explotar cual supernova?
Cuando esté sola lloraré, dejaré que mis universos enteros colapsen y les haré un funeral.
O eso pensé.
Sin embargo, aquí estoy, barriendo el polvo de estrellas.
No hay funerales, lágrimas, ni ceremonias, no hay nada.
Es extraño, estaba lista para otro fin del mundo.
Será que después de tanta hecatombe,
el corazón se vuelve experto en control de daños.
Fin

Nos vemos en el camino.

Y recuerda, puerta de vidrio que no ves, nariz que paga las consecuencias.

martes, 20 de junio de 2017

CAJAMARCA DÍA #55

Son poco más de las 10:00 PM y estoy en la disyuntiva de dejarme vencer por el cansancio o caminar 3 metros hasta la cocina y alimentarme. Y es que hoy salí a hacer delivery del cheesecake de oreo que preparé ayer. Tuve que ir a pie de un lado a otro de la ciudad, ya que nunca aprendí manejar bicicleta (cosas que pasan cuando por fin te compran una pero ya tienes 15). 
Al terminar, me quedé un rato en el centro comercial aprovechando el wifi y recuperando energías para caminar a casa. Lo sé, otros buscarían algún medio de transporte, pero cuándo los bolsillos están en recesión, es mejor aprovechar los buenos y cómodos zapatos que me regaló papá. 




Sobre las mermeladas de la semana pasada, las vendí todas y me han pedido más. Incluso saqué un nuevo sabor, que resultó un éxito total. Lo más anecdótico es que yo nunca había hecho mermeladas para vender y menos esta última:

Zanahoria con naranja.

Por otro lado, he conseguido un trabajo para los sábados, limpiar las áreas comunes de un edificio. Me pagarán S/.100.00, no es mucho pero da justo para lo que me cuesta el alquiler. Para la comida saco cada día. No es la idealizada vida independiente que suelen esperar muchos cuando dejan el hogar, pero está llena de esos detalles tan simples como hermosos, que no hacen más que quitarme el aliento y alimentar mi sonrisa.

Alquilo un cuarto grande en una edificio de 3 pisos en el campo. Tengo dos ventanas enormes que me regalan unas vistas increíbles.


Ventana 1 (4:00 PM)


Ventana 1 (6:30 PM)

Ventana 2 (8:00 AM)

Un pequeño balcón, en el que pronto pondré una silla y una mesita para tomar algo caliente mientras escucho música y me envuelvo en una manta.


Vista desde el balcón
Y en la azotea del edificio, a las 5:45 AM se pueden disfrutar escenas como esta:



En el jardín hay árboles de eucalipto que perfuman el aire, y más allá, una pequeña huerta de la que saco algunas especias y hiervas aromáticas frescas para mis comidas experimentales.

Arroz con hongos (setas), paprika, y perejil recién cortado.

Así que, no sé ustedes, pero si el costo es limpiar un edificio, hacer largas caminatas y vender mermeladas y postres, lo pago con gusto.

Nos vemos en el camino.

Y recuerda, si eres Marty Mcfly y aun tienes el delorean, date una vuelta por el 2004 y enséñame a manejar bici.





Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...