lunes, 18 de febrero de 2013

VERBORREA

Tuviste tanto miedo, que yo nací asustada...



¿Te confieso algo?
Me cuesta pensar en ti
cuando necesito consuelo,
ojala pudiera decírtelo a la cara.
Pero la culpa es mía,
te he dado el permiso de herirme
con una sola palabra,
y eso por quererte demasiado.
Se que te esfuerzas por no ser el de antes
ese al que casi dejo de querer
por su inestabilidad constante.
Se que debo recordar que tu infancia
no fue como la mía
que te hirieron demasiado
y has superado con creces tanto dolor.
Pero no soporto cuando vuelven tus días oscuros,
aunque ya no sean continuos,
prefiero salir a caminar sin rumbo
que compartir tu mesa.
Por si te preocupa, te quiero, si,
como se que me has querido
desde antes de nacer.
Se bien como seguirá esto,
pondrás a algunos de mis cantantes favoritos,
por tu dificultad para ciertos enfrentamientos,
para simplemente decir "lo siento"
y yo tendré que ceder
porque en esperar algo mas
se me podría ir la vida.
Te sentirás aliviado
mientras yo estaré deseando
que tu próximo día oscuro
tarde mucho en llegar
para darte el poder de herirme
con tanta facilidad otra vez.

Pero tranquilo, seguiré aquí
queriéndote e incluso respetándote
porque se que luchas contra ti mismo
y eso es mas duro 
que luchar contra el mundo entero.
Mañana será otro día,
puede que empiece mejor.


1 comentario:

Limeña introvertida dijo...

Sabes que es casi lo mismo que pasa a mi ahora (excusa que no pueda hacer el signo de pregunta, este teclado esta loco)

Entiendo bastante bien lo que dices. Quizá por que lo vivo a menudo. Espero que sus dias oscuros no vuelvan, o lo hagan con menor frecuente e intensidad, o que ya no tenga la capacidad de herirte tan facilmente, o que se de cuenta de ella y se controle antes. O que tu corazón siga siendo tan bueno que lo perdone.

Un abrazo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...