Fue lo que me dijo el Escritorcito, enfrentándome a sabiendas o no al hecho de que mi vida no tiene toda la emoción y adrenalina que quisiera.
Vaya que pueden ser crueles los adolescentes ¿o será que estoy exagerando, porque hoy amanecí hipersensible? No lo sé. Aun así y por más extraño que parezca, ¡SOY FELIZ!
Antes de seguir con esto, les dejo esta canción, como banda sonora de mi entrada:
Bueno les contaba, mis días pasan sin mayor complicación. Por las mañanas, no todas pero varias, salgo a ofrecer de puerta en puerta el secreto de mi felicidad, aunque a muchos no les importe y prefieran seguir cargando al mundo en sus espaldas sin ninguna ayuda. Cocino los días que me corresponden, almuerzo, me alisto y voy al cine algunas tardes.
Vaya que pueden ser crueles los adolescentes ¿o será que estoy exagerando, porque hoy amanecí hipersensible? No lo sé. Aun así y por más extraño que parezca, ¡SOY FELIZ!
Antes de seguir con esto, les dejo esta canción, como banda sonora de mi entrada:
Bueno les contaba, mis días pasan sin mayor complicación. Por las mañanas, no todas pero varias, salgo a ofrecer de puerta en puerta el secreto de mi felicidad, aunque a muchos no les importe y prefieran seguir cargando al mundo en sus espaldas sin ninguna ayuda. Cocino los días que me corresponden, almuerzo, me alisto y voy al cine algunas tardes.
¿Sola? Quizá se pregunten y la respuesta es: SI.
No es que no me guste salir con mis amigos, es solo que la adultez nos llegó de golpe y ahora todos están ocupados en algo. No imaginen por eso que soy una desocupada total, es solo que mi trabajo es de fin de semana, de viernes a domingo. Así que tengo 4 días para recuperar mis fuerzas.
Volviendo a la descripción de mi rutina, tras salir del cine voy de tienda en tienda buscando algo que enamore a mis ojos, mi corazón y mi bolsillo. Así con buena música en mis audífonos, alguna compra en la mano, el viento en mi cara y una ligera sonrisa, camino fingiendo que tramo algo increíble, cuando realmente estoy agradeciendo respirar un día más.
Entonces llego a casa coincidiendo de cuando en cuando con la muerte del sol, agarro mi cámara, voy a la azotea y me quedo observando los hermosos matizados de aquel cielo infinito. Tomo algunas fotos y bajo a conversar y reír con mi familia. Vemos una película de Chaplin, Cantinflas, Pedro Infante o algunos de esos clásicos americanos de principios del siglo pasado.
Cuando no hay cine, entro un rato a internet a buscar algo sorprendente o me acompaño de algún buen libro. La televisión no está incluida en esta historia, se malogró hace 6 meses y por decisión unánime, la dejamos así.
En resumen, leo, escribo, escucho, hablo, sonrió y rio hasta llorar, camino sola y acompañada cada que puedo, cocino, como, regalo mis secretos y aunque me gustaría viajar por el mundo, escalar montañas, ir a un concierto, ser buena en algún deporte, publicar un libro y vivir frente al mar o en el país de las maravillas, he aprendido a ser FELIZ con lo que tengo y a no amargarme por aquello que aun me falta conseguir.
Nos vemos en el camino.
Tchau
Tchau
3 comentarios:
vickoooo despues de tiempo q te leo y me da el mismo gusto q la primera vezq te lei ,yo ahora x el trabajo y mi novio chuchubelo no tengo tiempo de escribir espero q la gracia divina te siga regalando sus colores y seas feliz como una lombriz ,un abrazooooo .
ROCIO
Gracias Achirana, echaba de menos tus visitas. Sobre lo de ser feliz como una lombriz suena chistoso tomando en cuenta lo flaca que soy jaja. Que tal si mejor decimos perdiz? =p. Bueno espero vuelvas pronto por aquí.
Nos vemos en el camino.
Tchau
Ojalá yo también aprendiera a conformarme con lo que tengo. Pero es difícil. Necesito cosas que no llegan, y no valoro las que me llegaron hace mucho.
Que tonta, pero bueno, aprenderé. Alguna vez antes del fin.. =)
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