Sonreír hasta que que la cara duela.
Ser tan feliz que de envidia.
Disfrutar del viento que alborota mi cabello,
del sol que pinta mi piel cubierta de yodo
y de la brisa de ese mar inmenso.
Lugar donde el sol guarda
los secretos de cada crepúsculo.
VIVIR.
Escribí esto hace como 7 meses, y olvidé publicarlo. Me alegro de que así fuera pues no habría tenido un video como este (descubierto gracias a Delirio Sinfónico), para acompañar mi entrada.
2 comentarios:
Precioso, gracias por compartirlo
Gracias a ti por visitarme.
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