miércoles, 19 de enero de 2011

Y SE FUERON

Las hormigas volvían justo cuando empezaba a superar su perdida. Y cada vez que me acostumbraba a su presencia, que les construía habitaciones, y me aprendía sus nombres, armaban sus maletas y se iban sin despedirse. Llegaba la hora de empezar de cero, y seguir siendo feliz.
Fue difícil definir si mi vida estaba mejor con ellas o sin ellas. Lo que era definitivo, es que mi barriga las echaría de menos. Supongo que en su última visita,  lo conversaron y decidieron ya no ser crueles conmigo. Armaron sus maletas y se fueron con la mirada baja, despidiéndose con la mano. No hubo abrazos, ni intercambios de buenos deseos, solo les pedí mientras se alejaban, que vuelvan cuando yo esté preparada. Porque esta vez lo pensaré mejor antes de abrirles la puerta y darles lugar en mi barriga. No me malinterpreten, la pasamos bien juntas, a fin de cuentas yo también soy una hormiga aunque de otra especie.
Y así fue, desde Noviembre perdimos contacto. Ahora los días pasan con más calma y menos (angustia/ansiedad). Mi barriga a veces las echa de menos, pero un leve resplandor le avisa que las hormigas no son lo único que la pueden hacer feliz, hay un mundo más allá, esto no ha de ser el fin.

2 comentarios:

Sebastian Medina dijo...

Hola , me gustó. Se forma en mi cabeza una idea de lo que las hormigas representan....

Saludos,
Y sigue escribiendo =)

Anónimo dijo...

DEFINITIVAMENTE ESTAS MUCHO MEJOR DESDE AQUELLO..... KREO Q LA VIDA T SONRIE!!! :)
ATTE. LA INOPORTUNA

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