MAPLE

Mi primera mejor amiga, llegó cuando yo tenía 6 años y ella 9, en un intento de nuestras madres por darnos alguien con quien jugar creo yo. Eramos chicas de pocas palabras, así que cuando ella llegaba a mi casa con sus barbies, o lo que fuera, la conversación era casi siempre la misma:

- Hola

- Hola

- Hay que jugar.

- Ya pues, hay que bañar y arreglar a las barbies.

- Ya.

Así pasábamos 1 hora calladas y cuando terminábamos con eso llegaba otra fluida conversación:

- ¿Y ahora?

- Hay que coserles ropa.

- Ya, voy a traer las cosas.

Esa sería otra hora de silencio. Entonces llegaban a recogerla:

- Ya vino mi mamá.

- Mmm...

- Vengo mañana para jugar.

- Ya.

- Chao

- Chao

Creo que estuvimos en ese plan hasta que empezaron a dar los cebollitas en la TV, y encontramos mucho material de conversación. Luego fue la secundaria, y muchas otras cosas las que nos unieron, separaron y unieron otra vez. Hicimos algunos viajes, hasta vivimos juntas 1 mes. Se casó y fui su testigo de matrimonio. De pequeña siempre me preguntaba, si seriamos amigas de grandes. Ahora me pregunto cómo será cuando lleguemos a los 40.