NIKI

A los 9 años mi círculo social creció. Llegó Niki, mayor que yo 3 años igual que Maple, aunque no fueron amigas hasta que tuvieron 16. Me era fácil ser su amiga, porque no tenía que hablar mucho, ella siempre tenía algo que contar. Cuando se quedaba en mi casa a dormir, nos la pasábamos conversando bajito debajo de las frazadas para que no se dieran cuenta de que eran las 3 o 4 am y seguíamos despiertas.

Nos fuimos de viaje un par de veces, en una de esas le dio un ataque de asma y le salvé la vida. Bueno quizá no fue tanto así, pero estuve ahí para prepararle una limonada caliente y tratar de calmarla. 

Con el tiempo se casó y tuvo un hijito – mi sobrino – que parece uno de esos niños que salen en la TV, del tipo “un papa genial”, “los pequeños traviesos” o de los comerciales que te explican que comprarle a tus hijos para que desarrollen su creatividad e intelecto. Durante algún tiempo estuvimos alejadas, pero eso fue hace mucho.