Una de las películas mas inspiradoras que he visto, hecha de sublime comedia y crueles verdades es la escrita en el titulo de esta entrada.
La sorprendente genialidad de Charles Chaplin hace que todos mis adjetivos calificativos queden cortos. En esta ocasión toca uno de los temas que me han fascindo desde pequeña, la 2da guerra mundial. Epoca oscura y ensangrentada del siglo pasado, motivada por las ideas mas absurdas que intentaros justificar lo injustificable.
Donde los complejos de un hombre, Hitler (parodiado en esta película por Chaplin) causaron la tortura y muerte de millones de inocentes. Todo por no ser lo suficientemente arios o lo bastante malvados.
Aun no deja de sorprenderme que este hombre en vez de ario, fuera de ascendencia judía. Pero como bien sabemos, este mundo es en muchas ocasiones una gran ironía.
Según leí, esta película empezó a filmarse 8 días después de iniciarse la guerra y obviamente le causó muchos problemas a Chaplin. Más como las injusticias no deben callarse, el continuó grabando.
Les dejo el discurso final de esta emocionante, graciosa y estremecedora película.
Nos vemos en un camino sin tanto odio, espero.
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