Conversación entre mi pie derecho y mi pie izquierdo, que debí publicar hace un mes:
PD: Hey despierta!
PI: mmm...
PD: OYE TU! SI TU, DESPIERTA!!!
PI: ¿que pasa? ¿que quieres?
PD: ¿has llevado la cuenta?
PI: ¿De que hablas?¿q...?
PD: la cuenta de tiempo que llevamos sobre el mismo suelo. 11 meses en la misma ciudad y 9 en el mismo trabajo.
PI: ¿Y?
PD: ¡¿Y?! ¿es que no extrañas los viejos tiempos, cuando nuestro futuro era incierto pero emocionante?
PI: Me quedo con lo de incierto. En serio no puedo creer que me despertaras para esto. Estaba soñando que lucía muy bien con unos elegatísimos tacones altos.
PD: Increible, te estoy hablando de libertad, de recorrer nuevos caminos y a ti solo te importa seguir soñando. ¿Qué pasó con los viajes improvisados? ¿Con las promesas de no ser como los otros? No caer en la rutina, seguir la ruta del viento y otras veces la del sol. ¿Donde quedo todo eso? Cuanto has cambiado Izquierdo, cuanto...
PI: Mira entiendo tu punto pero ¿cuánto mas podriamos haber llevado esa vida? Cambiando de trabajo cada que el viento cogia otro rumbo. Asi no se puede vivir.
PD: ¿Entonces que? ¿Propones que nos quedemos aquí echando raices, ahogandonos en la monotonía y viviendo sin disfrutar como la mayoria de los que nos rodean?
PI: Solo propongo estabilidad.
PD: Eso es lo que tienen todos los aburridos.
PI: No seas tan dramático, ya era tiempo de madurar. Fue bonito mientras duro pero la vida sigue ¿Acaso creias que pasariamos toda la vida en sandalias y zapatillas?
PD: ¿Quieres decir que se acabó? ¿Nos resignamos entonces?
PI: Solo dejémonos llevar, a fin de cuentas ella manda y mientras sonria debemos continuar. Ahora calla que esta despertando.
Vicko: No se preocupen, no he vendido mi libertad, solo he hallado el punto de equilibrio.
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