TRUJILLO V

Tomamos el bus a Chan Chan. El señor que vendía las entradas, Izquierdo Velezmoro nos mostró el hermoso trabajo que realiza en piedra, tallándola con precisión tal que nos hizo recordar a los antiguos habitantes de aquel sitio. LA INOPORTUNA compró una de aquellas obras de arte, mientras no nos cansábamos de felicitarlo por su gran talento. El con esa humildad que caracteriza a quienes son realmente grandes, se sonrojaba y agradecía nuestras palabras.

Sr. Izquierdo Velezmoro

Entramos al museo, en un principio no me causó gran entusiasmo, entonces Don Izquierdo, notando tal vez lo desubicada que al menos yo me sentía, se ofreció a guiarnos. Sus conocimientos sobre la cultura Chimú, Moche y hasta Inca fue sorprendente. Resultó siendo todo un personaje.

Tras eso tomamos un taxi a las ruinas mismas, enorme ciudad de barro, erigida entre el desierto y el mar. Lamentablemente no pudimos recorrerlo en su totalidad, pues las áreas donde se permite la visita turística, es enorme y el tiempo no nos alcanzaba.

Regresamos al museo, nos despedimos del Sr. Izquierdo y tomamos un bus a Huanchaco.
Ahí los estaré esperando.
Nos vemos.
Tchau